ULTRASONIDO

Se utiliza como una herramienta para el tratamiento de diversas condiciones musculoesqueléticas, mediante la obtención de imágenes, que emite ondas sonoras de alta frecuencia que penetran en los tejidos blandos del cuerpo, como músculos, tendones y ligamentos. Los objetivos del ultrasonido son la reducción del dolor, la mejora de la circulación sanguínea local, la promoción de la curación de tejidos blandos, la relajación muscular y la reducción de la inflamación. Se administra a través de un transductor que se mueve sobre la piel con un gel conductor para facilitar la transmisión de las ondas ultrasónicas. Es importante que este tipo de tratamiento sea administrado por profesionales capacitados en kinesiología o fisioterapia, ya que la correcta aplicación y ajuste de la frecuencia y la intensidad del ultrasonido son fundamentales para lograr los efectos terapéuticos deseados y evitar posibles efectos adversos.